El tiempo convertirá a Diego en un adulto lleno de temores y confusiones quien intentará ponerle fin perfecto a cada historia inconclusa en su vida, ganándose una nueva complicación para cada intento.
El autor pareciera confirmar esa frase de Alfredo Bryce que dice: «Es cierto que uno escribe para que lo quieran más»Ya que Memorias de un viejo sueño trata justamente de eso, y de lo complejo que es hacerse y dejarse querer cuando es uno mismo quien está en juego.